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Es pleno verano, la lluvia de meteoros las Perseidas escupe su última estela de estrellas fugaces desde el centro de la constelación Perseo, y desde el centro del clúster de galaxias de Perseo, dentro de esa misma constelación, la NASA publica la primera sonificación de las ondas sonoras emitidas por un agujero negro a través de las redes sociales para que el mundo entero las escuche.

Mientras tanto, el telescopio se gira hacia la Tierra como un microscopio y se enfoca sobre la artista Yu Lin, tocando su violonchelo en el centro de Cortana, en la galería de nuestra tienda de Palma entre una constelación de prendas, cargándolas de su energía sónica. Aquí nos habla de la música, el espacio, la naturaleza y su proyecto Islas Resonantes.

Yu Lin significa "Bosque de Jade" en chino y desde luego tiene unas preciosas raíces que se extienden por medio planeta. "La familia de mi abuela vino del sur de China, pero ella creció en Vietnam. Mi madre es medio colombiana y medio vietnamita, y creció en Argelia y Francia. Mi padre es suizo y vivió la mayor parte de su vida en Italia. Estoy de gira buscando mi próxima base. Estuve en Lisboa durante siete años. Me siento en casa en Colombia, en Vietnam, en un lugar concreto de Suiza y en Italia. Este año descubrí Mallorca por primera vez y enseguida me sentí identificada con la naturaleza mística de la isla. Estoy deseando volver y explorar sus cuevas".

A partir de este rico patrimonio cultural, comenzó a tejer sonidos para hacer música desde una edad temprana sirviéndose tanto de la composición como de la improvisación.
"Mi amor por el violonchelo comenzó cuando tenía cuatro años. Su sonido envolvente me atrajo tanto que insistí en empezar a practicar hasta que mis padres me dejaron empezar a los cinco años. Compongo cuando escucho música en mi mente y la apunto. Desde que era un adolescente improvisando solos de manouche gipsy jazz con el violonchelo, exploré todo tipo de posibilidades con los instrumentos y todavía me sorprende lo mucho que hay. En muchos conciertos no tenía ni idea de lo que iba a pasar, era pura improvisación con otros músicos. Gracias a la profunda escucha de cada uno y a la conexión entre nosotros, el público pensaba que nos habíamos preparado y ensayado mucho antes de subir al escenario. Me encanta colaborar con artistas de todos los géneros, y crear bandas sonoras o componer juntos.
Escuchar te permite descansar de las voces ruidosas de tu cabeza y abrirte a diferentes perspectivas. Amplía tus horizontes y te enriquece de historias, de vida. El silencio es una experiencia que me atrae desde la infancia. Mis oídos son muy sensibles, así que me mudé a Lisboa cuando todavía era una ciudad silenciosa, y luego me trasladé al bosque cuando la ciudad se volvió más bulliciosa. Necesito mucho silencio para poder trabajar en paz, por eso trabajo mejor por la noche".

Pero, como ha revelado el telescopio de rayos X Chandra, el silencio es difícil de encontrar incluso en el espacio, que anteriormente se consideraba un vacío, pero que en realidad está lleno de gases tenues y plasma liberado por las estrellas que se desplaza entre las agrupaciones galácticas, conocido como el medio intracúmulo. Éste puede transportar ondas sonoras y, con ellas, calor y energía. Cuando Yu Lin transporta las ondas sonoras de su violonchelo, también se convierte en un médium intergaláctico:
"Todo lo que expreso proviene de la misma necesidad de hacer lo invisible visible, de ser un canal y transmitir lo que recibo a la humanidad. La música puede dar un alivio instantáneo, puede ayudar a pasar los momentos más difíciles. Se ha utilizado como medicina desde que existe el ser humano. Creo que hoy en día nos beneficiaría recordar la forma ancestral de experimentar la música: cantar y bailar juntos es una práctica catártica que puede sanar y darte una sensación de conexión contigo mismo y con todo lo que hay en la tierra. Nos podemos sintonizar literalmente con la frecuencia de la tierra (432 hz) y eso tiene beneficios para la salud física".

Por ejemplo: "El sonido de la lluvia me hace sentir en paz y puedo sentir lo feliz que es la naturaleza cuando llega. He tocado en una cueva de mármol, en bosques y en cisternas de agua. El lugar más extraordinario en el que he tocado ha sido en el interior de un árbol de 200 años. Su madera creaba una resonancia inmensa. De hecho, estoy planeando una gira en la que sólo tocaré en cuevas naturales y espacios resonantes. Islas Resonantes necesita una acústica muy "húmeda", así que me lleva a lugares poco habituales. Los teatros están muy bien para concentrar la atención únicamente en el intérprete, pero te dan distancia con el público. Prefiero un entorno en el que estemos al mismo nivel, en el que todos formen parte de la experiencia.
El sentido de Islas Resonantes es que no estamos aislados en nuestra individualidad: cada emoción, cada pensamiento que ocurre dentro de nosotros tiene un impacto en el entorno y en la gente que nos rodea. Es una invitación a prestar atención a esta resonancia constante que nos conecta a todos a través de un océano de frecuencias".
Las frecuencias emitidas por el agujero negro supermasivo serían imperceptibles al oído humano, ya que contienen la nota más baja del Universo jamás detectada: un Si bemol, algo más que 57 octavas por debajo del Do medio; en ese tono, su frecuencia es de 10 millones de años. La nota más baja detectable por el ser humano tiene una frecuencia de una vigésima de segundo. Dimensiones que sólo podemos comprender gracias a la música.

"Tanto el arte como la música trascienden el tiempo y el espacio. Con la música es mucho más fácil jugar con las dimensiones, ya que cada vez que tocas llevas a los oyentes en un viaje y les das a todos el espacio sensorial para viajar muy lejos en el tiempo y el espacio. Las vibraciones de los colores y sus combinaciones también pueden dar esa experiencia, de forma silenciosa. Paso la mayor parte de mi tiempo reduciendo, simplificando la información y reduciéndola a su jugo. Quiero darles espacio para que tengan su propia experiencia, sólo doy una mínima pista sensorial. Cuando toco, me permito viajar con la música; a veces voy muy lejos y vuelvo cuando el directo está a punto de terminar. Es una especie de terapia para mí, y espero que también lo sea para el público".

Cada proyecto tiene su propia vida, y me cuenta lo que necesita. La meditación Vipassana y el Qi Gong son prácticas que me ayudan a procesar todas mis experiencias y digerirlas en el arte.

No puedo controlar mi proceso creativo; es muy espontáneo. Viajar, leer y escuchar entrevistas abre mi percepción, desde entonces me inspira a mirar más allá. Es muy fácil despertar mi curiosidad, y cuando veo/oigo algo realmente intrigante me meto en la madriguera del conejo e investigo todo sobre ello. Así es como acabo en lugares remotos del planeta.

Ser mujer es algo que he tenido que estudiar para entender, porque francamente nadie te dice el increíble poder que hay en el simple hecho de encarnar un útero. Es la fuente de toda mi inspiración, ya que es una conexión directa con toda la "materia oscura" que hay ahí fuera y que sostiene la realidad manifestada. Hoy en día sigue siendo difícil existir como mujer, incluso en países privilegiados y aunque seamos la mayoría de la población mundial. Tengo un proyecto de performance y escultura sobre lo que es una mujer y el vacío sagrado que lleva dentro.

Para mí la belleza no tiene género. Lo femenino y lo masculino están dentro de cada uno de nosotros, y es todo un trabajo conseguir que estén en armonía. Hacer espacio, mantener el espacio en presencia del otro es belleza".

Composer: Yu Lin Humm
Creative Director and sound: Christopher Manhey
Camera and light: Sandijs Ruluks
Interview by Victoria Macarte

Es pleno verano, la lluvia de meteoros las Perseidas escupe su última estela de estrellas fugaces desde el centro de la constelación Perseo, y desde el centro del clúster de galaxias de Perseo, dentro de esa misma constelación, la NASA publica la primera sonificación de las ondas sonoras emitidas por un agujero negro a través de las redes sociales para que el mundo entero las escuche.

Mientras tanto, el telescopio se gira hacia la Tierra como un microscopio y se enfoca sobre la artista Yu Lin, tocando su violonchelo en el centro de Cortana, en la galería de nuestra tienda de Palma entre una constelación de prendas, cargándolas de su energía sónica. Aquí nos habla de la música, el espacio, la naturaleza y su proyecto Islas Resonantes.

Yu Lin significa "Bosque de Jade" en chino y desde luego tiene unas preciosas raíces que se extienden por medio planeta. "La familia de mi abuela vino del sur de China, pero ella creció en Vietnam. Mi madre es medio colombiana y medio vietnamita, y creció en Argelia y Francia. Mi padre es suizo y vivió la mayor parte de su vida en Italia. Estoy de gira buscando mi próxima base. Estuve en Lisboa durante siete años. Me siento en casa en Colombia, en Vietnam, en un lugar concreto de Suiza y en Italia. Este año descubrí Mallorca por primera vez y enseguida me sentí identificada con la naturaleza mística de la isla. Estoy deseando volver y explorar sus cuevas".

A partir de este rico patrimonio cultural, comenzó a tejer sonidos para hacer música desde una edad temprana sirviéndose tanto de la composición como de la improvisación.
"Mi amor por el violonchelo comenzó cuando tenía cuatro años. Su sonido envolvente me atrajo tanto que insistí en empezar a practicar hasta que mis padres me dejaron empezar a los cinco años. Compongo cuando escucho música en mi mente y la apunto. Desde que era un adolescente improvisando solos de manouche gipsy jazz con el violonchelo, exploré todo tipo de posibilidades con los instrumentos y todavía me sorprende lo mucho que hay. En muchos conciertos no tenía ni idea de lo que iba a pasar, era pura improvisación con otros músicos. Gracias a la profunda escucha de cada uno y a la conexión entre nosotros, el público pensaba que nos habíamos preparado y ensayado mucho antes de subir al escenario. Me encanta colaborar con artistas de todos los géneros, y crear bandas sonoras o componer juntos.
Escuchar te permite descansar de las voces ruidosas de tu cabeza y abrirte a diferentes perspectivas. Amplía tus horizontes y te enriquece de historias, de vida. El silencio es una experiencia que me atrae desde la infancia. Mis oídos son muy sensibles, así que me mudé a Lisboa cuando todavía era una ciudad silenciosa, y luego me trasladé al bosque cuando la ciudad se volvió más bulliciosa. Necesito mucho silencio para poder trabajar en paz, por eso trabajo mejor por la noche".

Pero, como ha revelado el telescopio de rayos X Chandra, el silencio es difícil de encontrar incluso en el espacio, que anteriormente se consideraba un vacío, pero que en realidad está lleno de gases tenues y plasma liberado por las estrellas que se desplaza entre las agrupaciones galácticas, conocido como el medio intracúmulo. Éste puede transportar ondas sonoras y, con ellas, calor y energía. Cuando Yu Lin transporta las ondas sonoras de su violonchelo, también se convierte en un médium intergaláctico:
"Todo lo que expreso proviene de la misma necesidad de hacer lo invisible visible, de ser un canal y transmitir lo que recibo a la humanidad. La música puede dar un alivio instantáneo, puede ayudar a pasar los momentos más difíciles. Se ha utilizado como medicina desde que existe el ser humano. Creo que hoy en día nos beneficiaría recordar la forma ancestral de experimentar la música: cantar y bailar juntos es una práctica catártica que puede sanar y darte una sensación de conexión contigo mismo y con todo lo que hay en la tierra. Nos podemos sintonizar literalmente con la frecuencia de la tierra (432 hz) y eso tiene beneficios para la salud física".

Por ejemplo: "El sonido de la lluvia me hace sentir en paz y puedo sentir lo feliz que es la naturaleza cuando llega. He tocado en una cueva de mármol, en bosques y en cisternas de agua. El lugar más extraordinario en el que he tocado ha sido en el interior de un árbol de 200 años. Su madera creaba una resonancia inmensa. De hecho, estoy planeando una gira en la que sólo tocaré en cuevas naturales y espacios resonantes. Islas Resonantes necesita una acústica muy "húmeda", así que me lleva a lugares poco habituales. Los teatros están muy bien para concentrar la atención únicamente en el intérprete, pero te dan distancia con el público. Prefiero un entorno en el que estemos al mismo nivel, en el que todos formen parte de la experiencia.
El sentido de Islas Resonantes es que no estamos aislados en nuestra individualidad: cada emoción, cada pensamiento que ocurre dentro de nosotros tiene un impacto en el entorno y en la gente que nos rodea. Es una invitación a prestar atención a esta resonancia constante que nos conecta a todos a través de un océano de frecuencias".
Las frecuencias emitidas por el agujero negro supermasivo serían imperceptibles al oído humano, ya que contienen la nota más baja del Universo jamás detectada: un Si bemol, algo más que 57 octavas por debajo del Do medio; en ese tono, su frecuencia es de 10 millones de años. La nota más baja detectable por el ser humano tiene una frecuencia de una vigésima de segundo. Dimensiones que sólo podemos comprender gracias a la música.

"Tanto el arte como la música trascienden el tiempo y el espacio. Con la música es mucho más fácil jugar con las dimensiones, ya que cada vez que tocas llevas a los oyentes en un viaje y les das a todos el espacio sensorial para viajar muy lejos en el tiempo y el espacio. Las vibraciones de los colores y sus combinaciones también pueden dar esa experiencia, de forma silenciosa. Paso la mayor parte de mi tiempo reduciendo, simplificando la información y reduciéndola a su jugo. Quiero darles espacio para que tengan su propia experiencia, sólo doy una mínima pista sensorial. Cuando toco, me permito viajar con la música; a veces voy muy lejos y vuelvo cuando el directo está a punto de terminar. Es una especie de terapia para mí, y espero que también lo sea para el público".

Cada proyecto tiene su propia vida, y me cuenta lo que necesita. La meditación Vipassana y el Qi Gong son prácticas que me ayudan a procesar todas mis experiencias y digerirlas en el arte.

No puedo controlar mi proceso creativo; es muy espontáneo. Viajar, leer y escuchar entrevistas abre mi percepción, desde entonces me inspira a mirar más allá. Es muy fácil despertar mi curiosidad, y cuando veo/oigo algo realmente intrigante me meto en la madriguera del conejo e investigo todo sobre ello. Así es como acabo en lugares remotos del planeta.

Ser mujer es algo que he tenido que estudiar para entender, porque francamente nadie te dice el increíble poder que hay en el simple hecho de encarnar un útero. Es la fuente de toda mi inspiración, ya que es una conexión directa con toda la "materia oscura" que hay ahí fuera y que sostiene la realidad manifestada. Hoy en día sigue siendo difícil existir como mujer, incluso en países privilegiados y aunque seamos la mayoría de la población mundial. Tengo un proyecto de performance y escultura sobre lo que es una mujer y el vacío sagrado que lleva dentro.

Para mí la belleza no tiene género. Lo femenino y lo masculino están dentro de cada uno de nosotros, y es todo un trabajo conseguir que estén en armonía. Hacer espacio, mantener el espacio en presencia del otro es belleza".

Composer: Yu Lin Humm
Creative Director and sound: Christopher Manhey
Camera and light: Sandijs Ruluks
Interview by Victoria Macarte